aflojemos con la boludez de discutir pelotudeces y disfrutemos del fútbol, incluso de las avivadas, que no pasan de eso y todos sabemos hacerlas.
bajemos un cambio que no hay nada en juego, salvo las ganas de moverse, patear una bola al ludeña y cagarse de risa una rato.
no vemos el martes.
diego italo.